"Natalie Z. Davis, la Gran Dama de la historia cultural"
por Iris Rodríguez Alcaide
Natalie Zemon Davis (8 de noviembre de 1928) es una veterana historiadora norteamericana especializada en la Francia de época moderna (siglos XVI-XVII). Durante su extensa trayectoria académica ha pretendido, de la mano del método antropológico, abordar una historia “descentrada” y transdisciplinar, prestando especial atención a la cultura de las clases populares, las mujeres, los esclavos o aquellas tantas personas “en los márgenes”. En este sentido, Davis está considerada, junto a colegas de la talla de Peter Burke o Carlo Ginzburg, una de las grandes figuras tanto dentro de la llamada “nueva” historia cultural como del enfoque microhistórico. Es profesora emérita de Historia en la Universidad de Princeton y profesora adjunta en la de Toronto, aunque ha impartido cursos y seminarios en instituciones de todo el mundo.
A diferencia de otros historiadores, y lejos por tanto de presentarse a sí misma como una figura asépticamente “objetiva”, en sus entrevistas Davis siempre ha reconocido con franqueza que buena parte de sus intereses de estudio quedaron tempranamente definidos por sus circunstancias vitales. Nacida en Detroit (Texas) en el seno de una familia judía acomodada, mas tampoco perteneciente a la élite estadounidense, Davis se interesó desde muy pronto sobre el pasado de aquellos “que no tenían historia”. Y es que a ella misma le había sido imbuido un sentimiento de estar como “desplazada” del pasado, de no tener raíces. Sus abuelos y bisabuelos, emigrantes judíos de origen europeo, consideraban que no valía la pena hablarle de su pasado ruso o polaco que tan doloroso les resultaba.
Años más tarde, en su etapa como joven estudiante del Smith College (uno de los prestigiosos Seven Sisters femeninos del país), Davis comenzó a agudizar su conciencia política y social, entrando en contacto con el marxismo y participando en diversas discusiones y acciones políticas contra el racismo, la libertad de expresión o los sindicatos. A los 19 años conoció a un estudiante de matemáticas llamado Chandler Davis, quien era atractivo e inteligente, pero no judío, ni rico.
Ambos terminaron casándose en secreto y huyendo al estado de Michigan, donde Davis crió a sus tres hijos y terminó los estudios de doctorado de manera prácticamente autónoma en 1959. Aquella etapa de aislamiento involuntario, donde convirtió la Biblioteca Pública de Nueva York en su nuevo lugar de estudio, le permitió tomarse su investigación con más libertad al no estar atada como asistente a ningún grupo o profesor titular.
No obstante, la década de los 50 fue muy dura para el matrimonio, teniendo que mudarse con cierta asiduidad y siendo constantemente vigilados por el FBI en plena era macarthista (Chandler pasó incluso algunos meses encarcelado por “desacato al Congreso”). Davis suele afirmar que en aquellos difíciles años tener hijos la ayudó como historiadora: “...me humanizó, me enseñó sobre psicología y relaciones personales, y llenó de sustancia palabras abstractas como “necesidades materiales” o “cuerpo”; me reveló el poder de la familia, raramente tratada por los historiadores en aquella época.”
Tras estas vicisitudes en 1962 pudieron emigrar a Canadá, donde ambos consiguieron trabajo como docentes en la Universidad de Toronto. Entre clase y clase Davis continuó ahondando en su tesis sobre los artesanos y trabajadores de Lyon en el siglo XVI, lo que dio lugar a su primer gran libro de ensayos Sociedad y Cultura en la Francia moderna (1975). Por la misma época también puso en funcionamiento uno de los primeros seminarios anuales de Historia de Género. En este punto, siempre ha considerado este tipo de estudios tomando las relaciones entre hombres y mujeres en conjunto, y no simplemente como hechos aislados o superpuestos. En referencia a ambos intereses, Davis rememora aquellas frases que más solían repetirle: “No vas a ser capaz de encontrar nada en los archivos. No vas a ser capaz de encontrar nada. (...) Pero lo cierto es que están por todas partes (testamentos, causas penales, registros de aprendizaje, contratos matrimoniales,...), simplemente hay que saber dónde ir a buscar.”
Fue sin embargo la década de los 80 la que la lanzó al estrellato con la publicación del bestseller académico El regreso de Martin Guerre (1983). El origen de este magistral trabajo también puede ser considerado como poco ortodoxo. Desde muy joven Davis siempre se había sentido muy atraída por el cine, y en 1982 tuvo la oportunidad de participar como asesora histórica en el film francés del mismo nombre, con Gérard Depardieu como actor protagonista. La complejidad de la historia alrededor de Martín Guerra y el famoso juicio por supuesta suplantación de identidad, llevó poco después a Davis a publicar este libro, donde aprovechó para profundizar acerca de los temas que más le interesaban.
Pero por encima de la historia, lo más destacado de esta obra es cómo Davis nos muestra “en directo” su manera de investigar, dando cuenta al lector de los problemas que encuentra por el camino y rellenando los huecos con unas muy bien fundamentadas hipótesis. El estilo narrativo que utiliza también resulta muy particular por casi “literario”, a través del cual nos conduce de la mano como si de una novela de detectives se tratara. Ambos aspectos le fueron duramente criticados por muchos (y también alabados por otros tantos), tildando el libro casi de literatura más que de ensayo histórico.
Apasionada de los nuevos retos, durante la década de los 90 Davis se propuso estudiar a las mujeres judías de época moderna. Siempre tras la relación entre diferentes grupos sociales, la historiadora imaginó una posible conversación ficticia entre tres cultas mujeres del siglo XVII tan diferentes como la matrona y comerciante judía Glikl bas Judah Leib, la misionera católica Marie de l'Incarnation o la naturalista protestante Maria Sibylla Merian. Aquel duro trabajo en los archivos alemanes le valió la publicación de uno de los libros más ambiciosos de toda su carrera, Mujeres en los márgenes (1997).
En su relación con la disciplina histórica, Davis gusta de referirse a sí misma como si estuviera trabajando en una “misión de salvamento”. También ha mostrado interés por las conexiones entre la historia local y sus posibilidades de gran alcance. Nunca abandonó del todo su pasión por el lenguaje cinematográfico. En la pasada década se jubiló de la enseñanza, aunque continuó activa como investigadora y conferenciante itinerante, dando entrevistas por todo el mundo. Más de 40 años de carrera avalan su trabajo como historiadora, a la luz de los muchos prestigiosos y variados premios y reconocimientos recibidos, como la concesión en 2010 del Premio Holberg, o más recientemente en 2012 la Medalla Nacional de Humanidades de la Universidad de Toronto, entregada por el mismísimo presidente Barack Obama.
OBRAS DESTACADAS
1975: Society and Culture in Early Modern France.
1983: The Return of Martin Guerre.
1987: Fiction in the Archives: Pardon Tales and Their Tellers in 16th-Century France.
1997: Women on the Margins: Three 16th-Century Lives.
2000: The Gift in 16th-Century France.
2000: Slaves on Screen. Film and Historical Vision.
2006: Trickster Travels: A Sixteenth-Century Muslim Between Worlds.
2006: Pasión por la historia. Entrevista con Denis Crouzet.
—Davis, Natalie Z. (2006): Pasión por la historia. Entrevista con Denis Crouzet (trad. Anaclet Pons y Justo Serna). Valencia: Universitat de València.
(1991): “Las formas de la historia social.” Historia social Vol. 10 (primavera-verano), pp. 177-182.
(1976) “Women's History in transition. The European case.” Feminist Studies Vol. 3 (primavera-verano, 1976), pp. 83-103.
—Pallares-Burke, María Lúcia G. (2005): La nueva historia. Nueve entrevistas. Valencia: Universitat de València.
—Serna, Justo y Pons, Anaclet (2005): La historia cultural. Autores, obras, lugares. Madrid: Akal.
ENLACES WEB
· Freijomil, Andrés G.: «Natalie Zemon Davis [1928].» En Teoría de la Historia (blog). Publicación: 15/08/2012. Consulta: 05/02/2017.
· Morales Estévez, Roberto: «El regreso de Martín Guerre, de Natalie Zemon Davis: en torno a la investigación histórica y sus límites.» En Licencia Histórica (blog). Publicación: 20/02/2014. Consulta: 06/02/2017.
· Pons, Anaclet: «El magisterio de Natalie Zemon Davis: entrevista.» En Clionauta (blog). Publicación: 07/06/2010. Consulta: 06/02/2017.
Madrileña de nacimiento, Iris Rodríguez Alcaide (1989) es Licenciada en Historia y Máster en Estudios Avanzados de Historia Moderna por la Universidad Autónoma de Madrid. Como investigadora predoctoral ha participado en varios proyectos ligados a la Historia Intelectual y Cultural de los Animales, desde una perspectiva de género y postcolonial. Desde hace ya casi dos años forma parte como redactora del blog Licencia Histórica donde escribe, entre otros muchos temas que le interesan, sobre la relación entre cultura popular, videojuegos e historia. Recientemente ha abierto otro blog de carácter profesional, El coloquio de los perros, dedicado en exclusiva a los Animal Studies.
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